Anastasia Minskaya

 La infancia feliz

Nací y crecí en Bielorrusia, en la ciudad de Minsk. Canto desde mi más tierna infancia. Desde mi nacimiento poseo el oído muy fino y agudo.
Mi primera intervención pública fue a la edad de seis años, en el campamento de descanso infantil.
Precisamente entonces, mi futura profesora de violín se  dio cuenta de mis capacidades musicales y convenció a mis padres que me matricularan en la escuela de música. La matricula ya estaba finalizada, pero hicieron una excepción conmigo.
Desde aquel entonces yo cantaba sin cesar en diferentes actividades como representante de mi escuela. Era la solista del coro,  el mejor coro de nuestra ciudad y de nuestra república. De esa manera tenía oportunidad de tomar parte en grandes proyectos estatales y en los festivales  musicales republicanos.  Recibí una enorme experiencia como cantante solista y como miembro de un gran colectivo profesional. No es extraño que supiera qué sería de adulta.
Cuando tenía 15 años, me seleccionaron para un colegio musical de prestigio, donde yo estudiaba el canto profesional que no correspondía a mi edad.
Mi profesora de canto era una famosa  cantante de opera de la República de Bielorrusia. Ella me enseñó el canto clásico. Me encantaban las areas  de operetas y otras obras clásicas y lo hacía con gran soltura.

Encuentro  con la vida adulta.

Se acabó la infancia feliz y despreocupada y comenzó la vida adulta. De repente comprendí que producir con mi voz sonidos melodiosos y hacerlo con emoción no es suficiente  y hay que adquirir  un propio estilo e individualidad.
Ingresé en la Universidad de Cultura, especialidad de canto lírico. A pesar de una buena formación, por mi propia cuenta comencé a buscar la perfección en expresión  y nuevas posibilidades de mi voz. Busqué información por todas partes, gota a gota, que no era tan fácil como actualmente gracias a Internet. Quería tener todos los conocimientos de los cantantes profesionales que pudiera conseguir.
Tenía ganas de desarrollar mi carrera en base a diferentes estilos musicales, diferentes formas de canto. Cantaba música clásica, bel canto, canto lírico, canto popular americano, jazz, soul, canciones  populares rusas antiguas y modernas. Me sometí a un entrenamiento de voz proporcionado por los mejores profesores de canto. El papel más importante en mi vida lo desempeñó la profesora del discurso escénico de San Petersburgo  Dina Tytiuk, una gran profesional, que formó muchos actores y presentadores de las televisiones de exUnión Soviética. Ella me enseñó a manejar mi voz, tratarla como un instrumento musical, mostró que mi voz puede sonar diferente.
La mayoría de sus métodos de enseñar el canto los tomaré posteriormente para mis clases.

Vida profesional.

Por supuesto, seguía cantando donde era posible. Escribí mis propias canciones. Tomaba parte en diferentes festivales e intervenía en diferentes conferencias. Cantaba en la iglesia y llegué a fundar mi propio grupo  musical de chicas. Yo misma les enseñaba a cantar y aquello fue mi primera experiencia como profesora.
Después hubo 10 años de matrimonió, que terminó con un pleno fracaso. Era un período de mi vida muy duro. No podía vivir sin música y mi marido lo rechazaba. En aquellos tiempos  pasé el casting para participar en un espectáculo musical “El profeta”. El autor de este musical era el famoso actor ruso Ilia Oleynikov y todo el grupo directivo era de San Petersburgo. El director de escena era el director polaco mundialmente conocido Yanush Yusefovich. Los ensayos eran en Polonia. El canto nos lo enseñaba la cantante polaca Mariola Naperalska que había aprendido canto en los Estados Unidos. Era un trabajo duro. Ocho horas diarias solo de canto, además coreografía y ensayos del mismo espectáculo. Fue una experiencia extraordinaria,  que implicaba una lucha por la supervivencia, inherente en los proyectos de esta índole. Fui solista en primer plano del musical. Era para mí la escuela de canto profesional más importante.
Después del divorcio, trabajé cinco años en Moscú, cantando en restaurantes de de primera fila, participé en el show de televisión “Academia de talentos” que es análogo del proyecto mundial “Voice” ( “Academia de estrellas” en España). En Moscú trabajé de profesora principal de canto en la Escuela Estudio de Canto de Max Devidson.
Desde hace poco vivo, canto y enseño canto en España.

 

                                                   Con amor a todos ustedes y gratitud a Dios por sus cuidados
                                                    (por cuidarme) y con cariño a todos los que están ahora a mi lado.
   
                                                                                         Anastasia Minskaya

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